Un día de otoño,
salí por mi ciudad,
salí a ver que tan lindo se veía el cielo,
busqué la nube más preciosa para poder bajarla,
quería un algodón de azucar,
pensé al verlo.
Un día de otoño,
salí por mi ciudad,
vi el sol radiante,
me provocó sed, mucha sed,
me agradó.
Un día de otoño,
salí por mi ciudad,
vi la lluvia caer,
me fue refrescante, casi se sintió como en casa.
Un día de otoño,
salí por mi ciudad,
vi gente caminar muy rápido,
perros ladrar,
gente fumando,
gente drogandose,
ruidos perturbadores,
había despertado de mal humor.
Un día de otoño,
salí por mi ciudad,
cantando su hermosura,
esperanzado por mi rutina,
creo que fue un buen día.
Pero un día de otoño,
volví a salir por mi ciudad,
esperanzado con mi rutina, luego de un buen día,
con el dulce sabor del algodón de azucar,
y muy refrescante,
caminando encontré lo esencial,
la belleza de tus hojas amarrillas,
creo que era amor.