Qué singular hecho éste! Digo, el de la primavera,
Que llega sin pedir invitación,
Te deja unos te quiero perdidos,
Y reparte versos a quien los pida.
Qué mal compañera esa! La primavera,
Que deja al invierno llorar sin compañía,
Al otoño lo deja callado y sin color,
Y al verano cocinarse en su egoísmo.
Qué esquiva aquella en su mirada!
Primavera sonriente que no mira,
Como si ocultase algo en sus ojos,
O tuviese miedo de reírse.
Qué sobrevalorada es ella! La primavera,
Como si las flores no encontrasen su lugar,
Como si las lluvias no quisieran cantar,
Y como si el refresco no encontrase un boca que abrazar.
Qué nociva es esta primavera!
El polen nos quiere matar,
Cada flor nos hace estornudar,
Y tu abrazo no me puede encontrar.
Qué extraño suceso éste!
Como si con un solsticio no bastara,
Como si tres meses fueran suficientes,
Que para esperar otros nueve la vida cambia.
Qué intensa es la primavera que se viene!
Cada flor que escribirá ésta historia,
Un abrazo que me encontrará,
Una mirada que ésta vez, no me esquivará.
Qué inesperada visita ésta!
Vuelve como cada año sin invitación,
Como si en mis manos estuviese,
Quererla como si fuese la primera,
Y vivirla como si fuese la última.
Ésta es, mi primavera.