domingo, 25 de enero de 2015

Manillas en reversa

Tomamos las avenida del reloj en reversa,
Buscando correr las manillas a la izquierda.
De pronto la luna ya no se escondió con el sol,
Y la mañana era una constelación.

El cielo se caía,
Las tierras comenzaron a volar,
Nuestra mente de niños volvió a soñar.

Callábamos para poder ver,
Nos mirábamos para decir,
Tocábamos para entender,
Reíamos para disfrutar.

Era el lejano bastión del espacio perdido de mi memoria,
El último sorbo creativo de nuestro recuerdo,
La gota de pintura para nuestro pincel,
La única mirada para entender.

Los años dejaron de pasar porque comenzaron a volver,
Como niños jugamos con la inocencia.
Los problemas no eran habitables,
Y nuestra capacidad de impresión era inagotable. 

Las fronteras no eran más que el horizonte de nuestro dibujo,
Marco perfecto de la pintura en reversa,
La que daba el paso de ayer,
Las memorias de mañana.

La turbación del paso espontáneo del reloj,
Que pasó a tus manos de pronto,
Sin caer a la realidad de los versos,
Sin caer a la fantasía del tiempo.

lunes, 5 de enero de 2015

Divagando Momentos

Decías con duda cada palabra,
Como si no fuese a darte la razón.
Leías con certeza cada movimiento,
Cada pensamiento,
Cada momento.

No sabíamos nada,
Creíamos todo,
Podíamos todo,
Empezábamos ganando,
Comenzábamos riendo.

No existían prejuicios,
Quizás imágenes,
Jamás recuerdos,
Construíamos sonrisas.

Caminábamos despacio,
No había tiempo,
A veces momentos,
Pero nunca llantos.

Cada palabra era reciproca,
Buscando miradas,
Juntando frases,
Tomando manos.

Habían infinitas opciones,
Tomamos una,
Se acabaron las demás,
No queríamos más.

Hermosa te ocultaste,
La atención no se muestra,
La belleza era simple,
La necesidad era burla.

No queríamos certezas,
Quizás convicciones,
Algunas verdades,
Sin proyecciones.

Ahora voy de vuelta,
Sin saber más que tu mirada,
Sin tener más que tu palabra,
Sin querer más que tu sonrisa,
Sin esperar más que ese momento.