Lo que nadie se puede imaginar,
No puede revelar, los secretos que ahí quedan.
Cada hoja del árbol nos cuenta una historia singular,
Algo que nadie quiere olvidar.
Sin querer queremos torturar,
Algo que no nos quiere dañar,
Y quizás transformar, las ramas que ya crecieron mal.
Viene el talador del árbol, a sacarlo de su lugar,
Pero hay que defender lo que nos hace jugar,
Y así impedir que lo puedan talar.
Doscientas historias nos permitirán avalar la defensa de nuestro lugar,
Y creo que están vencerán,
Ante el obstáculo final.
Espero que el árbol de parque se quede en pie,
Y de esta manera pueda observar,
Todas las historias que allí puedan pasar.