Y el caracol está nuevamente en la hoja,
esta vez molestando,
estorbando.
Sigue su curso no evidente,
el ritmo de mariposa se lo a llevado el tiempo,
la misma vida caracoleana se lo llevo,
solo le queda su locura.
La rutina sigue intacta,
la vida sigue intacta,
el ritmo se a idoo,
la locura en pie,
la locura caracoleana que la tortuga no logra percibir,
y la oruga vagamente lo apoya pero no comprende.
A partido esta locura sorprendente,
que aveces lo tortura,
pero ameniza el dolor de haber perdido el ritmo,
que lo lleva a un mundo sorprendente y diferente.
Lo lleva a tener pies y correr,
caminar,
sabe que es pasajero.
Locura, dejalo en paz,
mariposa enseñale nuevamente el ritmo,
exhausto de la vida caracoleana,
llevalo a la locura caracoleana permanente con ritmo de mariposa.
Caracol tranquilo,
ya oirás aquellos consejos de la mariposa,
y podrás controlar aquellos impulsos,
aquella locura que ameniza todo,
pero luego tortura aún más,
que te hace pensar tener pies y manos.
Locura haz dejado al caracol en plena soledad,
lo llevaste al mundo paralelo una y otra vez,
lo haz dejado sólo,
ni la oruga ni la tortuga se lo explican.
Algún día volveran,
vuelve ritmo,
mariposa explicaselo,
caracol no tengas miedo, ya regresará el amor.
