En los primeros días de febrero,
Aflorecen los besos del pasado,
Escondidos en una banca de verano.
Mientras el otoño pasa de ser percibido,
Lo encontré callado,
Bajo un árbol deshojado,
Mostraba la hoja única que quedaba.
Entre las lágrimas de su pena,
Vi al invierno de impermeable,
Corriendo con locura,
Riendo con ternura.
La primavera llegó al rato,
Buscando la flor de un amigo,
La que tenía que entregar,
Los primeros días de febrero.