lunes, 24 de octubre de 2011

Escribir es una tarde de lunes

Hoy me subí al tren de la cordura,
Caminé un par de pasos sobre el sol incómodo.
Buscando el lugar indicado para escribir un par de palabras.
Sin mucho sentido encontré a los animales fuera de su jaula,
Y yo después de mucho, fuera de mi entorno.
Las nubes brillaban más que ayer, sí estaba en el mañana,
O quizás más tarde descubriré en qué día estoy.
Dentro de lo peculiar de mi andar es que no pisé cemento,
Tal vez estaba tan embobado que ni cuenta me di.
Pinté un camino distinto que el que mi arrebato me decía.
Con algunas melodías de mi tierra,
Y algunos besos en el mar,
Tomé mi lápiz y un papel.
Contemplo mi ciudad desde este lugar,
Lejos del humo y la sociedad,
Sentado en el pasto y mirando el mar.
En este momento mis sentidos agudizados del olvido,
De pronto me surgió la duda temporal del día,
Y me adormecí de dudas,
¿Porqué estaba ahí sentado?
De pronto desperté de mi aletargo,
Y recordé que era tarde de lunes.